En este tercer bloque tratamos la parte más conocida por
nosotros sobre literatura, aquello que hemos estudiado en nuestros años de
literatura en el instituto, la literatura clásica. Esto engloba tanto a autores
clásicos de la literatura como a sus obras. Nos referimos a grandes maestros de
la literatura como: Becquer, Cervantes, Lorca, Miguel Hernández y muchísimos
más.
Lo más interesante que yo saco de este bloque tres, sobre
todo, es darme cuenta que la literatura clásica española y la cultura literaria
se puede trabajar de muchas más maneras y de una manera mucho más interesante
que estudiarla de un libro. Basándonos en la idea de que estudiar no es
aprender, y simplemente tenemos que mirarnos a nosotros mismos para darnos cuenta
que hemos estado años estudiando a los autores clásicos y realmente hoy en día
podemos decir muy poco de ello, lo estudiamos para el examen, pero nunca lo aprendimos,
¡que tiempo tan perdido!
Llegar a una clase, decirles a los alumnos que abran el
libro por la página 35, contarles lo que pone en el libro y mandarlo estudiar
para el examen, es lo más fácil del mundo. Así pasa en este país, y todavía no
nos damos cuenta que eso no es aprender, eso es perder el tiempo. Gracias a
esta universidad que nos propone diferentes maneras de hacer las cosas, gracias
a lo que podemos ir informándonos y viendo en otros países y gracias a las
ganas por ser los mejores maestros, no dejamos guiarnos por el pésimo ejemplo
que nos han dado a lo largo de los años.
La idea de pensar muchas veces que la única manera para
trabajar algo determinado es estudiarlo de un libro, nos lleva a pensar que
muchas de las cosas no se pueden trabajar en primaria, ya que los alumnos no
están capacitados para memorizar tanto de un libro. Lo que no se piensa, o no
se quiere pensar, es que hay muchas maneras para trabajar, que sí podemos
trabajar la literatura clásica en primaria, porqué para ello no se necesita estudiarla
de un libro. No darse cuenta de esto es una pena porque se dejan muchas cosas
importantes e interesantes por trabajar en primaria por la falta de innovación
por parte de los profesores o por no saber adaptarlas adecuadamente.
Cuando yo pregunté a diferentes profesores del colegio de
mis prácticas si trabajaban la literatura clásica en el aula, me decían que no
mucho, que la literatura se trabajaría sobre todo en el instituto, en primaria
había que centrarse en otras cosas. Me dio sobre todo mucha pena, ya que es una
manera de querer “escurrir el bulto a otro”, y de mirar para otro lado.
Lo máximo que yo he visto trabajar la literatura clásica
estos meses de mis prácticas en el aula, han sido dos poesías. Una de estas
poesías aparecía en un libro de lectura y otra de ellas en el mismo libro de
texto. Lo trabajaron de la siguiente manera:
- Leer la poesía
- Copiarla en el cuaderno con un dibujo
- Memorizarla
- Recitarla en alto una vez que haya sido memorizada.
Como ya digo una vez más, nos vamos por la vía fácil,
memorizar. Es cierto que ser maestro no es fácil, es cierto además que muchas
veces no encuentras la manera de hacer las cosas bien, es cierto que hay que
abarcar muchísimas cosas, entre ellas: que los alumnos sean los protagonistas
de su propio aprendizaje, mantenerles motivados, conseguir que todos los
alumnos vayan más o menos al mismo ritmo, seguir las ordenes que dicta el
colegio, conseguir que aprendan lo máximo posible, ser justo, estar pendiente
de cualquier problema personal que puedan tener los alumnos… y muchísimo más… Por
ello, creo que ser un buen maestro, significa ser un superhéroe y tener la
capacidad de hacer mucho por la sociedad. Soy consciente que no es fácil y
sobre todo para nosotros, que no tenemos experiencia y poca formación, ya que
solo son cuatro años de carrera. Pero hay que luchar por ser los mejores, no
podemos conformarnos. Tenemos que irnos por las noches a la cama con la
conciencia tranquila de que estamos dando lo mejor de nosotros.
Nosotros sí vamos a luchar por ser los mejores, para ello
tenemos que formarnos continuamente, y aprender de buenos profesionales. En
este bloque tres, hemos aprendido de una buena profesional que hay muchas
maneras de trabajar la literatura clásica, una muy buena es a través de las
semanas culturales. Esta fue la actividad que tuvimos que realizar para este
bloque. Una vez la realicé, me dí cuenta que así mis alumnos si que aprenderían
de una manera interesante y motivadora sobre Antonio Machado. Las semanas
culturales sirven para salir de la dinámica de clase, para incentivar el
trabajo cooperativo, la unión de un colegio, ya que muchas veces las semanas
culturales no solo son con una clase, sino con cursos enteros, ciclos enteros o
incluso colegios enteros, etc. En las semanas culturales se realizan
actividades muy movidas y muy diversas. Se realizan diferentes juegos, obras de
teatro, salidas y mucho más, que sirve para crear un aprendizaje mucho más
significativo. Es una pena porque en muchos colegios no celebran semanas
culturales, en el de mis prácticas no lo hacían, ojala en mi futuro centro si
las celebren y así poder poner en práctica mi semana cultural y ver el
resultado.
Para realizar una buena semana cultural es imprescindible
tener en cuenta una serie de factores y llevarlos a cabo. Sobre todo es
importante saber cuales son tus objetivos y a quién va destinada la semana
cultural. Es importante a partir de esto, que el profesor o profesores que van
a trabajar la semana cultural se informen y sepan todo lo necesario sobre la
temática de la semana cultural. Hay que posteriormente programar las
actividades basándonos en nuestros objetivos y en los alumnos que van a
participar. Las actividades deben estar bien pensadas y que sean
significativas. En el caso de mi semana cultural sobre Antonio Machado, tuve
que seleccionar las poesías que fueran más acordes a los alumnos. También es
importante ajustar las actividades al tiempo, es cierto que esto es muy
complicado ya que esto depende mucho de la clase. El tiempo siempre es difícil
de calcularlo, pero por lo menos hay que tener un margen de tiempo.
No me cansaré de decir que tenemos que buscar nuevas formas
y maneras de conseguir llegar a nuestros alumnos, no podemos basarnos tanto en
los libros, hay que hacer cosas con los alumnos que tengan sentido, aprovechar
el tiempo y pensar en lo realmente importante, en como se aprende de la manera
más eficaz posible, de la manera más motivadora y de la manera más
significativa. Desde luego, en cuanto a trabajar la literatura clásica, una
semana cultural está muy por encima que de estudiarlo por un libro.
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