viernes, 7 de enero de 2011

Instrucciones para atarse los zapatos

Nunca hay que olvidarse de abrocharse los cordones, ya que tal vez te arrepientas toda tu vida de no haberlo hecho, o tal vez nunca llegues a contarlo, ya que puede crear graves incidentes.

Para empezar debes buscar los zapatos, o en su defecto: zapatillas, botas, botines... Si no los encuentras, mal asunto. Busca bien en los sitios típicos donde podrían estar: debajo de la cama, en el armario, en la nevera, en el jardín etc. Una vez que los has encontrado, por supuesto no debes olvidarte algo muy importante como es ver si están sucios o limpios, ya que habría que buscar o ir a comprar betún para dejarlos relucientes.

Una vez puestos, es cuando llega otro paso un tanto más complicado que es ponértelos en los pies. Lo peor es que no es solo un pie, sino dos pies, por lo tanto se complica la cosa y se convierte en una tarea doble de difícil.

Una vez con los pies dentro de los zapatos, debes de pararte unos segundos a pensar como atártelos; con cuanta fuerza(dependiendo de si quieres los zapatos más o menos apretados), de qué manera (en lazo, con dos lazos, con un nudo, o con dos..)

Una vez que ya sepas lo que hacer, te pones al lío. O bien, agachas el cuerpo para llegar a los pies, o subes los pies hacia el cuerpo.
Una vez que tengas todo esto bajo control, te queda el último paso, el más fácil de todos, que es el de atarte los cordones. Así que para finalizar el proceso, te los atas.

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